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Apoyo de la OMS a refugiados y migrantes durante la pandemia de COVID-19
Ciudad de México, 9 de junio de 2020.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han firmado un nuevo acuerdo para fortalecer y mejorar los servicios de salud para los millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo.
Uno de los principales objetivos en el año actual será ayudar a proteger de la COVID-19 a unos 70 millones de personas desplazadas por la fuerza. De ellas, unos 26 millones son refugiados, el 80% de los cuales se encuentran acogidos en países de ingresos medianos y bajos con sistemas de salud precarios.
«Las actividades de nuestras dos organizaciones se basan en el principio de solidaridad y en el compromiso de servir a los grupos poblacionales vulnerables», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Nos comprometemos a trabajar codo con codo para proteger la salud de todas las personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares y a garantizar que reciban los servicios de salud que necesitan en el momento y el lugar adecuados. La actual pandemia no hace sino subrayar la importancia vital de nuestra colaboración para lograr mejores resultados».
Esta declaración coincide con la noticia de que ningún migrante ni refugiado ha dado positivo en las pruebas de detección de COVID-19 en Serbia. Gracias a las amplias actividades de colaboración entre la OMS y el Gobierno de Serbia, los refugiados y migrantes han recibido la misma protección contra la COVID-19 que la población de acogida, en el espíritu de la cobertura sanitaria universal.
«La OMS colabora con gobiernos de todo el mundo para garantizar que las cadenas de suministro se mantienen abiertas y los servicios de salud vitales llegan a todas las comunidades», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Se distribuyó material de educación sanitaria en siete idiomas a todos los centros de migrantes y ONG que trabajan con migrantes en Serbia. Además, se entregaron equipos de protección personal (EPP), productos de higiene personal y productos desinfectantes a los centros de acogida de solicitantes de asilo y migrantes de todo el país.
La OMS es el principal organismo responsable de promover la salud de los refugiados y migrantes y actualmente hace especial hincapié en la prevención y respuestas durante la pandemia de COVID-19. Los refugiados y los migrantes corren los mismos riesgos sanitarios que la población de acogida, pero debido a diversas barreras – geografía, instalaciones, discriminación, idioma y costos – pueden carecer de acceso a los servicios de salud necesarios para controlar y tratar enfermedades. En un artículo de The Lancet publicado recientemente se advertía de los crecientes riesgos a los que se enfrentan los refugiados y migrantes, en particular aquellos en campamentos donde es más difícil aplicar medidas simples de prevención, como el distanciamiento social y el autoaislamiento.
En países que acogen un gran número de refugiados y migrantes, las oficinas de la OMS en los países están colaborando con los ministerios de salud y otros asociados en iniciativas para prevenir y controlar la COVID-19. La OMS también colabora con otros organismos de las Naciones Unidas para proporcionar orientaciones técnicas provisionales con el objetivo de ampliar la preparación ante brotes en situaciones humanitarias, en particular en campamentos de refugiados y fuera de ellos. Se han publicado orientaciones similares específicas para países de las regiones de Europa y el Mediterráneo Oriental donde hay una población de refugiados considerable.
El centro para tratar la tuberculosis en Idleb, en el noroeste de Siria, es uno de los numerosos centros de salud donde se han establecido medidas de prevención como respuesta a la pandemia de COVID-19. El personal de Hand in Hand for Aid and Development (HIHFAD), un asociado de la OMS, toma la temperatura a todas las personas que visitan el centro y se asegura de que utilicen el desinfectante de manos antes de entrar.
La Oficina Regional para el Mediterráneo Oriental (EMRO) de la OMS ha establecido un sistema de notificación para vigilar la aparición y la tendencia de la COVID-19 entre poblaciones desplazadas en campamentos y fuera de ellos. Las oficinas de la OMS en Djibouti, el Sudán, el Líbano, Siria y el Yemen comunican los rumores inmediatamente y los datos agregados cada semana. Además, para mejorar la coordinación interinstitucional del apoyo a los países, EMRO ha establecido, en colaboración con la OIM, la CESPAO y la OIT, un grupo de trabajo regional sobre la COVID-19 y migración/movilidad.
En Cox’s Bazar (Bangladesh), la OMS colabora con los gobiernos para velar por la salud de casi un millón de refugiados rohinyá y su comunidad de acogida y luchar contra las múltiples amenazas de COVID-19, ciclones y enfermedades que plantea la próxima estación de monzones.
A medida que se confirman casos de COVID-19 en campamentos de refugiados rohinyá, la OMS y sus asociados trabajan día y noche para intensificar las medidas en Cox's Bazar (Bangladesh) a fin de proteger a los rohinyá y su comunidad de acogida.
«Es fundamental que las organizaciones que trabajan con refugiados y migrantes tengan acceso a las orientaciones técnicas y los recursos necesarios para prevenir y controlar la COVID-19 entre las poblaciones desplazadas», dijo la Dra. Zsuzsanna Jakab, Directora General Adjunta de la OMS.
La OMS ha estado colaborando estrechamente con ministerios de salud de países de todo el mundo, como Camboya, Grecia, el Líbano, México, Singapur, Tailandia y Turquía, entre otros. En Tailandia, todos los migrantes y refugiados, independientemente de su condición jurídica, disfrutan de cobertura sanitaria universal. La oficina de la OMS en Tailandia ha movilizado recursos a nivel local del Gobierno del Japón para ayudar a fortalecer la vigilancia y la respuesta a brotes en los campamentos de refugiados, y distribuir suministros de EPP y productos básicos. Asimismo, se ha creado una línea telefónica de atención a migrantes en las que se proporciona información relativa a la COVID-19 en los idiomas jemer, lao y birmano.
En México se han elaborado materiales de sensibilización sobre la prevención, la detección temprana y la gestión de la COVID-19 en albergues para migrantes y solicitantes de asilo. Los centros de acogida de migrantes han sido identificados como zonas donde posiblemente los riesgos sanitarios son mayores y la OMS está promoviendo la aplicación de protocolos sanitarios para la prevención y la detección temprana de la COVID-19 en estos puntos.
El Gobierno de Singapur, con el apoyo de la OMS, asociados para la salud y ONG, ha reforzado la comunicación de los riesgos y la colaboración comunitaria con trabajadores extranjeros en dormitorios. Una dificultad importante a la hora de llegar a este grupo vulnerable son las barreras lingüísticas, pero las autoridades han encontrado formas innovadoras para comunicarse y colaborar con los trabajadores en sus idiomas maternos.
La comunicación y la colaboración con poblaciones vulnerables también se está ampliando en Singapur mediante la asociación con ONG, como el Centro de Trabajadores Migrantes. Se está aprovechando su red de más de 5000 «embajadores» en dormitorios para facilitar la comunicación y la divulgación de mensajes importantes. Estos embajadores son también trabajadores extranjeros que ayudan de forma voluntaria a sus compañeros.
El Gobierno de Singapur también ha mejorado la recepción de Wi-Fi en los dormitorios y ha proporcionado tarjetas SIM a los trabajadores para que puedan estar conectados e informados. Asimismo, se han abierto muchos canales digitales de noticias y entretenimiento para que puedan verse en dispositivos móviles.
El aumento reciente y rápido de los movimientos de población entre países ha puesto de relieve la necesidad de recopilar de forma generalizada datos sobre la salud de los refugiados y migrantes para la planificación de la salud pública. La OMS promueve iniciativas de investigación, la recopilación de datos probatorios y el aumento de la disponibilidad de datos sobre la salud de los refugiados y migrantes en los países. La OMS ha formulado consideraciones normativas para reforzar la vigilancia sanitaria en estas comunidades desatendidas.
Asimismo, se han publicado orientaciones técnicas (en inglés) sobre la prevención y el control de la COVID-19 para refugiados y migrantes que no están en campamentos:
El Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, pronuncia su discurso de apertura en la 73.ª Asamblea Mundial de la Salud, celebrada el 18 y 19 de mayo de 2020 en Ginebra (Suiza).
Mientras la pandemia de COVID-19 continúe, la OMS mantendrá la colaboración con gobiernos y ministerios de salud de todo el mundo para prestarles apoyo para la preparación, prevención y respuesta ante el virus.
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